Viñedos con cepas de hasta más de cien años, nos proporcionan la uva en calidad y cantidad requerida en nuestro proyecto.
La altura (850 m.), el clima continental, con diferencias de hasta 25ºC entre la noche y el día, y un índice de pluviometría medio-bajo facilitan una maduración de la uva más larga de la habitual en la D.O. Ribera de Duero, lo que aporta una mayor complejidad e intensidad aromática a nuestro vino.
El canto rodado, calentado durante el día por el sol, devuelve por la noche el calor a las viñas, durante las frías noches anteriores a la vendimia.